Este lienzo, enmarcado en sencilla moldura de pino, es un bocaporte de camarín cuya representación responde a las características de trampantojo. Se plasma en primer término la propia imagen de la Virgen con el Niño sobre una peana e insertada en un espacio ilusionístico donde destacan una venera de fondo, el altar cubierto de paño blanco, dos candeleros, etc..El esquema compositivo, así como las calidades técnicas responden a arquetipos arcaizantes existiendo un intento en manifestar la veracidad de volúmenes y policromías.

La pintura española y flamenca del Seiscientos ofrecen un variado repertorio tanto en pintura mural como de caballete en las cuales están presentes los registros ilusionistas o de engaño visual. Así, obras de Sánchez Cotán, Zurbarán, Gysbreschts o Gallardo ofrecen buena prueba de ello.
En la antigua diócesis de Cartagena constan importantes ejemplos ya en el siglo XVIII que  fueron ejecutados por pintor italiano Pablo Sístori, autor que recrea el retablo y la arquitectura fingida. Sus obras se reparten por toda la diócesis, desde Liétor e Isso (Albacete) hasta Murcia, Orihuela o Cartagena. Ejemplos señeros en nuestra ciudad se hallan en la Iglesia de Santa Eulalia, San Juan de Dios o la Ermita de Jesús.

Se ha hecho referencia ya a la impronta anacrónica y tosca de esta pintura, similar en registros estéticos y fórmulas técnicas a las empleadas en otras obras de nuestra Región, tales como las pinturas murales de La Virgen de la Rogativa en Moratalla o la Ermita de Nuestra Señora de Belén en Liétor. También en este lienzo, discreto en su ejecución y registro estético, manifiesta el engaño y trampa en los cortinajes y paños de altar, en peana y candeleros que señalan los distintos planos espaciales, así como las formas y volúmenes que simulan ser auténticos.

Óleo sobre lienzo que presentaba un estado de conservación muy deficiente. Se trata de una obra intervenida en varias ocasiones, donde la acumulación de repintes cubría gran parte del original. Se apreciaban pérdidas puntuales de película pictórica, encontrándose todo el conjunto cubierto por una gruesa capa de suciedad generalizada. El soporte presentaba parches por la cara posterior y múltiples deformaciones, además de encontrarse quebradizo y en mal estado como consecuencia de humedades.

Tras la eliminación de los repintes se pudo apreciar la abrasión que presentaba la película pictórica como consecuencia de limpiezas inadecuadas, además de múltiples faltas de película pictórica sin nivelar y rellenadas directamente con color.

La obra no presentaba bastidor, encontrándose el lienzo clavado directamente sobre el marco.

• Analítica y toma de muestras
• Protección y sentado general de la película pictórica
• Limpieza físico-química
• Reentelado 
• Tensado del lienzo en un nuevo bastidor
• Reconstrucción de la capa de preparación
• Reintegración cromática diferenciada
• Barnizado final de protección