SALA 11 - MUNDO IBÉRICO
La evolución interna de las sociedades indígenas de finales de la edad del bronce y las aportaciones realizadas por pueblos del Mediterráneo oriental y central (fenicios, púnico-cartagineses, griegos y etruscos) promovió el desarrollo de la cultura ibérica en buena parte del territorio peninsular entre los siglos VII y I a. C. En la primera parte de la sala, materiales procedentes del yacimiento de Los Molinicos (Moratalla) acompañan a la recreación de una casa del mismo yacimiento y nos acercan a las formas de explotación económicas ibéricas y al desarrollo de la vida en los poblados. Las vitrinas 3 y 4 exhiben materiales cerámicos que muestran la evolución formal y decorativa de la cerámica ibérica. Junto a los espléndidos conjuntos cerámicos, aparece un audiovisual que recrea a un alfarero realizando un kálathos.
Todo ello pone de manifiesto el importante desarrollo que supuso la proliferación del uso del torno, con la aparición de lugares especializados en la producción alfarera. De entre los materiales expuestos, destaca el kálathos de la sepultura 500 del siglo II a. C, y el vaso bitroncocónico con decoración zoomorfa de gran realismo, denominado “vaso de las cabras y los peces”.
Una buena selección de cerámica ática, púnica y de Rosas se puede contemplar en la sala dedicada al comercio, con ejemplares como el skyphos ático del Castillejo de las Baños (Fortuna), las cráteras de campana procedentes del Cabecico del Tesoro (Verdolay) y Galera (Granada) o el oenochoe de figuras rojas procedente de la Calle Hurtado de Alcantarilla.
El mundo religioso ibérico, en el que indudablemente influyeron elementos indígenas y de otros ámbitos del Mediterráneo, está bien representado en la sala a través de los extraordinarios materiales hallados en el Santuario de La Luz (Verdolay, Murcia), entre los que cabe destacar la colección de exvotos de bronce y la cabeza de una diosa realiza en piedra.
La sociedad ibérica se conoce en buena medida gracias los ajuares funerarios encontrados en las necrópolis ya que en ellos se aprecian las diferencias de estatus y género. En esta sala, se exponen ajuares pertenecientes a guerreros, con extraordinarias panoplias como el caso de las halladas en la sepultura 597 del Cabecico del Tesoro (Verdolay) o la de la sepultura 7 del Castillejo de Los Baños (Fortuna).
Posteriormente se presenta una evolución de los ajuares aparecidos en la necrópolis del Cabecico del Tesoro (Verdolay), desde los siglos IV al I a. C. A través de ellos, se explican los procesos de transformación de la sociedad ibérica y se enlaza de esta forma con el proceso de romanización del territorio. Finalmente, una serie de elementos escultóricos encontrados en contextos funerarios, entre los que sobresalen el monumento funerario de Coy y la escultura sedente del Verdolay, ponen de manifiesto el desarrollo artístico alcanzado en la época ibérica.